AMOR ARTIFICIAL

ESTA HISTORIA NO ES MIA PERO ES DE ALGUIEN ESPECIAL A QUIEN QUIERO MUCHO Y ME LA REGALO PARA PUBLICARLA AQUI.
REALMENTE VALE MUCHO LA PENA Y ESPERO Y LES GUSTE MUCHISIMO TANTO COMO AMI. ES AGO TRISTE PERO ES REALMENTE BUENO GRACIAS A TI Q DECIDISTE DARMELO AMI PARA PUBLICARLO TKM...

DISFRUNTENLO...

Cayeron sus ropas lentamente. El desorden de mi casa daba cierta sensación de pesadumbre y melancolía. Unos cuantos minutos de alegría que ella regalara a mi espacio no sería absolutamente nada malo. Y así fue... unos cuantos minutos.

Una cajetilla de cigarros a medio consumir; la botella de tinto barato que nos quedó después de beber cosas mejores; a lo lejos la música de un disco de Human Drama, que por alguna razón extraña aún permanecía en mi “estereo”. Todo era perfecto, todo era idóneo.

Podía olerse el aroma de la nostalgia. Podía beberse la tristeza para luego orinarla en olvido.

Se desnudó por completo, mientras yo fumaba un cigarro y veía sus pechos duros, grandes, firmes. Admiré su belleza con mis ojos, y ello lo supo. Las mujeres saben cuando son hermosas y les gusta ser admiradas.

- No quiero saber tu nombre – le dije – Solo quiero que me permitas llamarte “...”

Accedió sin decir nada, solo un gesto ligero y fugaz. Cuando me beso, mi mente cambió su cara, ahora realmente era “...” . Sin duda era ella. Era como volver a hacerle el amor, tan intenso como la primera vez... y tan extraño como la última.

Las palabras se acabaron, nuestros cuerpos se adueñaron del lenguaje y fusionados físicamente engañe a mi corazón diciéndole que en realidad estaba con ella. Maldito, iluso y ciego; así es esa masa amorfa a la que llamo corazón y que implícita y metafóricamente significa tanto. Pero no es tonto, eso nunca. Solo demasiado noble y sumiso. Cosa que tiempo después descubrí.

Durante toda la noche jamás me reclamó nada, jamás me hizo algún reproche. Pienso que incluso tal vez se compadeció de mi y me brindo amor por un instante.

Quizá fue la ebriedad de ambos, quizá la calentura, quizá las circunstancias, quizá lo fue todo a la vez. La noche fue única, simplemente única.

Le puse su rostro, le puse su cuerpo, le puse sus labios al besar, le puse sus ojos al mirarme e incluso le puse su voz, esa voz susurrante y misteriosa que me decía “te amo”.

Terminamos y nos quedamos dormidos. Era casi la madrugada cuando mis ojos decidieron cerrarse a la realidad. El sexo, el alcohol, la noche de excesos, el cansancio, simplemente me aniquiló físicamente.

Desperté. 10 am y el sol entraba con todo su esplendor por mi ventana. Me sentí como un vampiro: sin energía, atosigado por la luz solar... y solitario.

Si. Ella se había marchado. Jamás supe su nombre y no lo quise saber. Para mi esa noche solo había sido “...” y nada más.

Esa mañana del sábado simplemente decidí buscar algo que remediara mi malestar por la resaca. Así lo hice y volví a dormir un poco más.

Por la noche salí de nuevo. El clima era lluvioso y mojaba mis ropas. ¿Qué importaba mojarme de gotas de lluvia si últimamente me bañaba en lágrimas de dolor?

Llegué a un bar. No era el de siempre pero se veía de un ambiente “agradable”. Fui al baño, lavé mi rostro e intente peinar un poco mi cabello.

Fui directamente a la barra, pedí una cerveza, de rato pedí otra, y así se me fueron dos horas.

Ya un poco ebrio descubrí a una mujer en una mesa que bebía sola. Tal vez esperaba a alguien.... no me importaba.

Me acerqué.

- Hola, me llamo Pablo.

Antes de que pudiera contestar y presentarse la detuve:

- No, no quiero saber tu nombre. Te invito lo que gustes de beber. ¿Te gustaría por esta noche ser mi amor artificial?


FIN